Gobierno del Distrito Federal con Coca-Cola contra la salud pública de los capitalinos - Alianza por la Salud Alimentaria

Gobierno del Distrito Federal con Coca-Cola contra la salud pública de los capitalinos

  • México presenta uno de los mayores índices de sobrepeso, obesidad y diabetes en el mundo, el Distrito Federal presenta niveles superiores a la media nacional.
  • El Distrito Federal por arriba del promedio nacional en muertes por diabetes.

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México, D.F. 27 de junio, 2013. A pesar de las recomendaciones de la Academia Nacional de Medicina, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, del Relator de Naciones Unidas y de las organizaciones agrupadas en la Alianza por la Salud Alimentaria de realizar políticas efectivas para reducir el consumo de refrescos a través de impuestos, de regular su publicidad en los medios y su presencia en las escuelas por considerarse un producto que contribuye significativamente a la obesidad y la diabetes, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y el secretario de Salud, Armando Ahued, el día de ayer otorgaron a la empresa Coca-Cola el distintivo “Organización Saludablemente Responsablemente”.

“El gobierno del Distrito Federal, con este acto, muestra su total sometimiento a las estrategias de la industria refresquera y procesadora de alimentos no sólo de evitar que se implementen políticas públicas efectivas para prevenir la obesidad y la diabetes sino también para ayudar a promocionar su imagen de industria responsable cuando la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y las principales publicaciones científicas en salud señalan a estas empresas como responsables de la epidemia de obesidad y diabetes y responsables de bloquear e impedir el desarrollo de políticas públicas que protejan la salud de la población”, señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, A.C.

La doctora Margaret Chan, directora de la OMS, el pasado 10 de junio declaró: “La salud pública debe enfrentarse a la gran industria de alimentos y a la gran industria de refrescos… Estas industrias odian las regulaciones y se protegen usando las mismas tácticas… El poder en el mercado se transforma en poder político. Pocos gobiernos dan prioridad a la salud sobre las grandes empresas”. Sin duda, con este acto se hace público lo que ya era evidente: el jefe de Gobierno y el secretario de Salud del Distrito Federal dan prioridad a las empresas por encima de la salud pública.

La oposición de Coca-Cola contra las políticas públicas en salud ha sido constante: su campaña contra las Recomendaciones de Bebidas para una Vida Saludable presentadas en 2008 por la Secretaría de Salud, evitando que estas recomendaciones fueran difundidas ampliamente entre la población y en las cuales se recomendaba no beber refresco; su oposición a los lineamientos para alimentos y bebidas dentro de las escuelas presentados en 2010 a los que calificó de anticonstitucionales y que quedó documentado en el comentario que envió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) contra esta iniciativa. A lo anterior se suma la denuncia presentada por El Poder del Consumidor contra la publicidad actual de esta bebida que lleva por leyenda “149 calorías para la felicidad” por publicidad engañosa y atentar contra la salud.

Por su parte, Alma Meneses del área de Legislación y Políticas Públicas de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) declaró: “Reiteramos que el principio de interés superior del niño debe de ser respetado y garantizado en todas las prácticas gubernamentales y no puede estar supeditado al interés de los particulares. El otorgamiento de reconocimientos a través de alguna de sus Secretarías o funcionarios también constituye un acto gubernamental, por lo que uno de los criterios para poder otorgar este premio debería ser que la práctica o institución a quien se está otorgando este reconocimiento cumpla con el principio constitucional referido”.

México presenta uno de los mayores índices de sobrepeso, obesidad y diabetes en el mundo, el Distrito Federal presenta niveles superiores a la media nacional.

La prevalencia de sobrepeso y obesidad entre hombres a nivel nacional es de 69.4%, en el D.F. es de 73.4%; la de mujeres a nivel nacional es de 73% y en el D.F. de 73.4%; en adolescentes a nivel nacional es de 35% y de 8.6 % en el D.F. y en escolares a nivel nacional es de 34.4% mientras en el DF es de 35.4%.

Los datos más graves se expresan en mortalidad por diabetes, mientras el promedio nacional ronda 80 muertes anuales por cada 100,000 habitantes, en el D.F. esta cifra es superior a los 100 muertos anuales por cada 100,000 habitantes.

“Lo más graves es la irresponsabilidad del Gobierno del Distrito Federal al realizar este reconocimiento a Coca-Cola mientras el sistema de salud pública de la ciudad está colapsado al no poder ofrecer el servicio de diálisis a decenas de miles de personas por falta de recursos, como lo ha declarado el propio Secretario Ahued. Mientras realiza estas declaraciones, Ahued premia a Coca-Cola, una bebida cuyo consumo está asociado a la diabetes, enfermedad que presenta como una de sus consecuencias el requerimiento de diálisis. Por un lado Armando Ahued premia a Coca-Cola y por otro declara que no hay recursos para cubrir las consecuencias de la diabetes. Esta es la lógica que ha marcado, desde hace años, a un gobierno autollamado de izquierda que mantiene fuertes vínculos y se somete a la industria”, señaló Xaviera Cabada, coordinadora del Área de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.

A su vez, Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria (COA) señaló: “Es sorprendente que el Gobierno del Distrito Federal destine recursos para premiar las estrategias de imagen de empresas responsables de vulnerar el derecho de poblaciones incapaces de autotutelarse, como son los niños, mientras no hace nada este gobierno para cumplir con su obligación de proteger el derecho de estas poblaciones a una alimentación saludable”.

Entre tanto, el doctor Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubiran, declaró: “Este tipo de relación con las empresas se traducen en efectos adversos en la nutrición y la salud incurriendo en conflicto de intereses, al prevalecer los intereses comerciales sobre los de la salud y nutrición de la población”.

En México, el consumo de bebidas azucaradas aporta más del 12% del total de energía gastada. En el periodo de 1999 a 2006, la energía consumida proveniente de bebidas altas en energía, en las que el refresco representa un papel predominante, incrementó más del doble en adolescentes y se triplicó en los adultos,1 por lo que la frecuencia en el consumo de refresco supera a alimentos básicos como leche, huevo, carne, frutas y verduras.[2]

Diversos estudios revelan la relación entre el consumo de bebidas azucaradas y el aumento de peso, tanto en niños como en adultos. Además, la obesidad incrementa el riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico.[3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11]

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[1] Barquera S, Hernández-Barrera L, Tolentino L, Espinosa J, Wen Ng S, Rivera J, Popkin B. Energy ntake from Beverages Is Increasing among Mexican Adolescents and Adults. The Journal of Nutrition 2008; 138: 2454-2461.

[2] Olaíz-Fernández G, Rivera Dommarco J, Shama-Levy T, Rojas R, Villalpando-Hernández S, Hernández-Ávila M, Sepúlveda-Amor J. Encuesta Nacional de Salud y nutrición 2006. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública, 2006.

[3] Jiménez-Aguilar A, Flores M, Shama-Levy T. Sugar-sweetened beverages consumption and BIM in Mexican adoelscents. Mexican Natonal Health and Nutrition Suvey 2006.SaludPublicaMex 2009;51(4):S604-S612.

[4] Vartanian L, Schwartz M. Effects of soft drink consumption on nutrition and health: A systematic review an meta-analysis. Am J Public Health 2007; 97(4):667-675.

[5] Malik V, Schulze M, Hu F. IntakE of sugar-sweetened beverages and weight gain: a systematic review. Am J ClinNutr 2006;84:274-88.

[6] Liebman M, Pelican S, Moore S, et. al. Dietary intake, eating behavior, and physical activity-related determinants of high body mass index in rural communities in Wyoming, Montana, and Idaho. Int J ObesRelatMetabDisord 2003;27:684-92.

[7] Malik V, Popkin B, Bray G, Després J, Willet W, Hu F. Sugar-Sweetened Beverages and Risk of Metabolic Syndrome and Type 2 Diabetes. Diabetes Care 2010; 33(11):2477-2483.

[8] Schulze M, Manson J. Sugar-sweetened beverages, weight gain, and incidence of type 2 diabetes in young and middle-aged women. JAMA 2004; 292(8):927-934.

[9] De Ruyter J, Olthof M, Seidell J, Katan M. A Trial of Sugar-free or Sugar-Sweetened Beverages and Body Weight in Children. N Engl J Med 2012; 367: 1397-406.

[10] Ebbeling C, Feldman H, Chomitz V, Antonelli T, Gortmaker S, Osganian S, Ludwing D. A Randomized Trial of Sugar-Sweetened Beverages and Adolescent Body Weight. N Engl J Med 2012; 367: 1407-16.

[11] Qi, Q, Chu A, Kang J, Jensen M, Curhan G, Pasquale L, Ridker P, Hunter D, Willet W, Rimm E, Chasman D, Hu F, Oi L. Sugar-Sweetened Beverages and Genetic Risk of Obesity. N Engl J Med 2012; 367: 1387-96.

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