Asignación de recursos para programas contra obesidad y diabetes incongruente con objetivos de la estrategia nacional

• No existe ningún programa presupuestario que cumpla íntegramente con los objetivos de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso la Obesidad y la Diabetes del gobierno mexicano.
• De los $27 mil 497 millones de pesos asignados en 2015, sólo $1 mil 332 millones se destinan a los cuatro programas que tienen como objetivo la prevención de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y agua para consumo.

Ciudad de México, 3 de noviembre, 2015. En México siete de cada 10 adultos padecen sobrepeso u obesidad (69.4% de los hombres y 70.3% de las mujeres)[1] y casi uno de cada tres niños se encuentran en la misma situación.[2] La prevalencia de estas condiciones se encuentra asociada con el aumento de enfermedades no transmisibles como diabetes, hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y ciertos tipos de cáncer, que causan 77% del total de las muertes en el país[3] y cuyo costo en atención directa representó en 2008 aproximadamente $42 mil millones de pesos.[4]

Con relación al impuesto a bebidas azucaradas y alimentos con alta densidad calórica se ha encontrado que esta medida ha sido exitosa desde el punto de vista recaudatorio: el monto de la recaudación estimada por estos impuestos se incrementó casi el doble en sólo un año, al pasar de $18 mil 55 millones de pesos en 2014 a $33 mil 619 millones de pesos en 2015, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). De igual manera, el impuesto logró reducir el consumo de estas bebidas en un 6% durante 2014 de acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Universidad de Carolina del Norte.

Ante este panorama y con el fin de contribuir a la próxima discusión presupuestaria, la Alianza por la Salud Alimentaria, Probatio, ContraPESO y FUNDAR presentaron el análisis “Una epidemia sin vacuna: la discusión fiscal y presupuestaria del año 2016 y la prevención del sobrepeso y la obesidad en México”, sobre el uso de los recursos recibidos por dicho impuesto, con base en los objetivos de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso la Obesidad y la Diabetes.

El documento, elaborado por la organización Probatio —que es experta en análisis de presupuesto—, muestra que no existe un programa presupuestario que cumpla íntegramente con los objetivos de la Estrategia Nacional.

De inicio se presentó dificultad para ubicar el monto específico de los recursos que se destinan a acciones y programas sobre obesidad, diabetes, enfermedades no transmisibles o acceso a agua apta para consumo humano.

Se ubicaron sólo cuatro programas que tienen como objetivo principal la prevención del sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles (entre las que se encuentran la diabetes y enfermedades cardiovasculares) o el acceso a agua apta para consumo humano:

Secretaría de Salud:

• Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes de la Secretaría de Salud.
• Promoción de la salud, prevención y control de enfermedades crónicas, no transmisibles y lesiones de la Secretaría de Salud.

Comisión Nacional del Agua:

• Programa de Agua Limpia.
• Programa Directo de Agua Limpia.

Sin embargo, para el presupuesto programado se han tomado en cuenta 12 programas que tienen por lo menos un componente de obesidad, sobrepeso y enfermedades no transmisibles o el acceso a agua apta para consumo humano, sin un objetivo específico hacia la prevención, por lo que el presupuesto total asignado a estos programas no necesariamente equivale al determinado a la prevención de estos padecimientos.

La única precisión que existe a este respecto es en el artículo 39 del Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2015 que establece que se destinará 15% del presupuesto total asignado al Programa de la Reforma Educativa a la instalación de bebederos en las escuelas públicas, es decir, $1 mil 135 millones de pesos.

Como puede observarse, la mayor parte de los programas ya existían en 2013, antes de los impuestos a bebidas azucaradas y alimentos altos en densidad calórica.

La suma total del presupuesto para estos programas es de $27 mil 497 millones de pesos para el año 2015.

Sin embargo, de este total sólo $1 mil 332 millones se destinan a los cuatro programas que tienen como objetivo principal la prevención.

Este monto no cumple con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre destinar a la prevención el mismo presupuesto que a las actividades de atención de estas enfermedades.

Además, si comparamos este monto con el costo directo de atención de enfermedades vinculadas con la obesidad, que en el año 2008 fue de $42 mil millones de pesos,[5] podemos ver que el gasto en prevención no alcanza a cubrir este costo.

Adicionalmente, algunos programas han sufrido una reducción en su presupuesto total asignado, lo que sugiere que no existe una política integral que ponga énfasis en la prevención, que de hecho debería aumentar el presupuesto año con año.

En términos de la política de prevención, los esfuerzos del país parecen aún muy limitados.

Es importante subrayar que hay dificultad para ubicar el monto específico de los recursos que efectivamente se destinan a acciones de prevención, así como los programas a través de los cuales se ejercen estos recursos.

Asimismo, el diseño de una política pública para la prevención, como pretende serlo la Estrategia Nacional, sugiere que hay poca claridad en sus objetivos e instrumentos, y no resulta sencillo ubicar los recursos efectivamente asignados y ejercidos para estos fines.

Por otro lado, es importante considerar que la mayoría de la población objetivo de estos programas se refiere a comunidades con alta o muy alta marginación. Sin embargo, la obesidad y el sobrepeso constituyen un problema generalizado.

Con base en los resultados de este análisis, se propone lo siguiente:

• Mantener el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a alimentos no básicos con alta densidad calórica y a bebidas azucaradas, y aumentar la proporción de este último a 20% para cumplir con las recomendaciones internacionales sobre el tema.
• Destinar el monto total de estos impuestos únicamente a programas de prevención y acceso al agua apta para consumo humano.
• La Ley de Ingresos de la Federación debe contemplar un aumento paulatino en el presupuesto para la prevención del sobrepeso, la obesidad, las enfermedades no transmisibles y el acceso al agua apta para consumo humano, con el objetivo de que este gasto se equipare al destinado a la atención de estas enfermedades
• Diseñar una política presupuestaria que mejore y visibilice la asignación de recursos para la prevención de la obesidad, el sobrepeso, las enfermedades no transmisibles y el acceso al agua apta para consumo humano que contenga objetivos, acciones e indicadores claros. Una acción sencilla que puede adoptarse es la inclusión de un Anexo Transversal en el Decreto del Presupuesto de Egresos que detalle qué programas están destinados a la prevención y cuál es el monto específico que en cada uno de estos programas se asigna para estos fines.
• Rediseñar programas presupuestarios para atender diferenciadamente a la población que no se encuentra en regiones de alta o muy alta marginación, y a la que no se encuentra en esta situación, pero que puede desarrollar sobrepeso, obesidad y enfermedades relacionadas.

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1. Instituto Nacional de Salud Pública, Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. Resultados Nacionales, México, 2012.
2. Ibid.
3. Organización Mundial de la Salud, “México. Enfermedades No Transmisibles. Perfiles por países”, 2014. Disponible en: www.who.int/nmh/countries/mex_es.pdf?ua=1;
   Organización Mundial de la Salud, Informe sobre la Situación Mundial de las Enfermedades No Transmisibles 2014, Organización Mundial de la Salud, 2014. Disponible en: apps.who.int/iris/bitstream/10665/149296/1/WHO_NMH_NVI_15.1_spa.pdf?ua=1&ua=1.
4. Secretaría de Salud, Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, México, 2013, p. 21.
5. Ibid.

Descarga ‘Una epidemia sin vacuna: la discusión fiscal y presupuestaria del año 2016…’ aquí