El amaranto: grano ancestral de origen mesoamericano - Alianza por la Salud Alimentaria

El amaranto: grano ancestral de origen mesoamericano

Por: Mauricio del Villar Zamacona, coordinador del Grupo de Enlace para la Promoción del Amaranto en México | www.facebook.com/grupodeenlace.amarantomexicano

27 de junio, 2017. Para las comunidades mesoamericanas, el amaranto era un alimento sagrado y fundamental en la dieta cotidiana, de ahí que tenía su lugar junto al maíz y al frijol, y que en lengua originaria se le llamaba Huautli, queriendo decir la más pequeña dadora de vida…

Al igual que los pueblos originarios de nuestro país, el amaranto continua “luchando” para mantenerse vivo en las comunidades, resistiendo los embates culturales que lo prohibieron en la época colonial hasta la dominación de esta nueva forma de vida que pretende homogenizar al mundo.

Por esta razón cientos de personas han venido generando acciones para rescatar este grano que día con día se cruza en la cotidianidad de cientos de comunidades a lo largo del país.

Y justo así, partiendo del amaranto como un grano ancestral de suma importancia, es como a finales del 2013 nace el Grupo de Enlace para la Promoción del Amaranto en México, un momento en que la voluntad de productores, transformadores, instituciones académicas, organizaciones de la sociedad civil y promotores del amaranto se unen para integrar una nueva comunidad alrededor de este pequeño grano que nos permitiera compartir conocimientos.

De esa manera iniciamos con los “Caminos del Amaranto” donde visitamos distintos lugares: sesde Tulyehualco Xochimilco al oriente de la Ciudad de México hasta las faldas inferiores de la sierra nevada en San Juan Amecac en el estado de Puebla. Desde los caminos andados por Emiliano Zapata en Huazulco, Morelos, hasta donde el sol siguió su camino en los Valles Centrales de Oaxaca. Desde Tochimilco, en las faldas del volcán Popocatépetl en el estado de Puebla, hasta el “lugar de los montes” en Cuapiaxtla, Tlaxcala. Desde la nación Ñuu Savi en la mixteca oaxaqueña hasta el valle de Huizcazdha en el estado de Hidalgo.

Este caminar nos permitió ver las diferentes formas en que se relacionaban las personas con el amaranto, desde los diferentes colores de la tierra, los rojos, los amarillos, los negros y los grisáceos, las diferentes variedades de amaranto que se diferenciaban por sus panojas verdes, doradas, rojas y de multicolores que pintaban los paisajes con una marea de color y cultura.

Posteriormente, en agosto del 2014 organizamos el Primer Congreso Nacional del Amaranto en México que se llevó a cabo en la Universidad Autónoma Chapingo, en el que expusieron diversos especialistas nacionales e internacionales. Como parte fundamental de la declaratoria se enfatizó la necesidad de fortalecer la organización de los productores, diseñar una estrategia en materia de política pública, generar una nueva forma de vinculación con instituciones de investigación, innovación en productos, capacitación para transferir tecnología, implementar una estrategia de difusión y finalmente aprovechar los beneficios del amaranto para reducir las desigualdades entre las comunidades urbanas y rurales de México.

Para septiembre del 2015 se llevó a cabo el Primer Encuentro Nacional de Productores de Amaranto, como parte de una propuesta que hicieron los productores que pertenecen al Grupo de Enlace con el propósito de que intercambiaran experiencias en torno al cultivo. El lema del encuentro fue “Por el derecho a seguir siendo campesinos y campesinas”. Participaron más de 500 productores de amaranto de 8 estados de la República que unieron sus voces y manifestaron: “Debemos de sentirnos dignos de producir teniendo la capacidad de sentirnos orgullosos de ser campesinos y contagiar e invitar a sumarse a no dejar el campo, por ser un privilegio ser campesino, empezando con nuestras familias. Recuperar y cambiar el aprendizaje en los niños y enseñarles la agricultura y la importancia de ésta. El amor por el cultivo de nuestra siembra de nuestro campo es puro amaranto”.

A principios de este 2017 se celebró el Segundo Congreso Nacional del Amaranto en el Palacio Legislativo de San Lázaro, titulado “Generando Políticas Públicas”, en el que se declaró el amaranto como un alimento estratégico en México y se enfatizó en la urgencia de legislar a su favor, tomando como sustento el artículo 4º de la Constitución que mandata al Estado para que garantice el derecho de toda persona a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.



Finalmente para el Grupo Enlace ser parte de esta Alianza por la Salud Alimentaria significa caminar al lado de organizaciones comprometidas que día con día realizan acciones a favor de un sistema de alimentario que mejore la calidad de vida de los mexicanos. Estamos convencidos de que una de las formas más importantes para fortalecer la Soberanía Alimentaria de México parte de las decisiones cotidianas que cada familia y cada comunidad toman en torno a la alimentación.

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