Bebidas azucaradas y obesidad - Alianza por la Salud Alimentaria

Bebidas azucaradas y obesidad

¿Qué es la obesidad?

Es un exceso de peso respecto a la estatura de una persona. La obesidad por sí misma es una enfermedad.

Una persona con obesidad tiene altas posibilidades de padecer enfermedades crónicas como diabetes y enfermedades del corazón.

El exceso de peso ocurre cuando las calorías adicionales que no gastamos se acumulan en forma de tejido graso o tejido adiposo (constituido por células de grasa). Este tejido, se acumula debajo de la piel, y es el que podemos ver, pero también se aloja entre los órganos, dentro del abdomen y se le denomina grasa visceral.

La grasa que se aloja entre los órganos es peligrosa ya que produce pequeñas moléculas de grasa que van obstruyendo las arterias y desencadenan procesos que afectan el metabolismo del azúcar en nuestro cuerpo.

 

¿Las bebidas azucaradas pueden causar obesidad?

Sí, diversos estudios demuestran que tanto los adultos como los niños y adolescentes que consumen regularmente bebidas azucaradas tienen una alta probabilidad de tener sobrepeso u obesidad.

En niños por ejemplo, la probabilidad de ser obeso por consumir una lata de bebida azucarada todos los días es de 60%.[1] Sin embargo, también hay estudios que demuestran que si se reduce o elimina las bebidas azucaradas de nuestra alimentación disminuye el sobrepeso u obesidad en niños y adultos.[2],[3] 

 

¿Cómo ocurre esto?

Las bebidas azucaradas se caracterizan por tener altas cantidades de azúcar . Un niño de 5 años que consume un refresco o té de 600 ml ingiere 12 cucharadas cafeteras de azúcar, mientras que la recomendación máxima al día es de 7.5 cucharadas.

 

Este exceso de azúcar se transforma en grasa en nuestro cuerpo. Además, las bebidas azucaradas no generan una sensación de saciedad, es decir que no “nos llenan” como sí lo hacen los alimentos sólidos. El cerebro no da las señales para dejar de consumir estas bebidas, provocando que se consuman más calorías de las necesarias.

Cuando una persona consume más calorías de las que necesita, consume poca fibra y pocos alimentos nutritivos, entonces sube de peso por un incremento del tejido adiposo.

 

¿Cómo afecta la obesidad a la población y al país?

La obesidad ha aumentado mucho entre la población mexicana. Por ejemplo, en 1988, el 11.1% de las adolescentes mexicanas tenía exceso de peso y en 2012 la cifra ascendió hasta 35.8%.

Esto indica que la obesidad es una epidemia que pone en riesgo no solo nuestra salud sino la economía del país.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el exceso de peso es un factor de riesgo central para el desarrollo de diabetes y enfermedades cardiovasculares[4].

Atender estas enfermedades y lidiar con las muertes prematuras que generan, le están costando caro a las familias y también al gobierno.

Esta situación es reversible si los esfuerzos de todos se encaminan a lograr una mejor alimentación para todos, recuperando nuestra cultura alimentaria .

 

Hoy tú puedes proteger la salud de tus hijos dándoles agua, no bebidas azucaradas.

La obesidad en cifras

  • Una tercera parte de los niños y adolescentes en México ya vive con exceso de peso.
  • Un adolescente con obesidad tiene 80% más probabilidad de ser un adulto obeso y vivir enfermo.
  • De hecho, se sabe que si la obesidad empieza desde edades tempranas, es más riesgoso que desarrollar obesidad en la edad adulta.[5]
  • Uno de cada 3 niños va a desarrollar diabetes a lo largo de su vida si no actuamos hoy.[6]

 

[1] Ludwig DS, Peterson KE, Gortmaker SL. Relation between consumption of sugar-sweetened drinks and childhood obesity: a prospective, observational analysis. Lancet 2001; 357: 505–08
[2] James J, Thomas P, Cavan D, Kerr D. Preventing childhood obesity by reducing consumption of carbonated drinks: cluster randomised controlled trial. BMJ. 2004 May 22; 328(7450): 1237.
[3] Chen L, Appel LJ, Loria C, Lin PH, Champagne CM, Elmer PJ, Ard JD Mitchell D, Batch BC, Svetkey LP, Caballero B. Reduction in consumption of sugar-sweetened beverages is associated with weight loss: the PREMIER trial. Am J Clin Nutr. 2009 May; 89(5): 1299-306.
[4] Mendis S et al. Global status report on noncommunicable diseases 2014. Ginebra: OMS; 2014.
[5] Freedman DS, Khan LK, Serdula MK, Dietz WH, Srinivasan SR, Berenson GS. The relation of childhood BMI to adult adiposity: the Bogalusa Heart Study. Pediatrics. 2005;115:22–27.
[6] Meza R, Barrientos-Gutiérrez T, Rojas-Martínez R, Reynoso-Noverón N, Palacio-Mejía LS, Lazcano-Ponce E, Hernández-Ávila M. Burden of typ 2 diabetes in Mexico: past, current and future prevalence and incidence rates. Prev Med 2015; 81:445-50.

 

 

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