Padres consumidores de refrescos alientan hábito en 91% de los niños - Alianza por la Salud Alimentaria

Padres consumidores de refrescos alientan hábito en 91% de los niños

  • Propone Alianza por la Salud Alimentaria gravar bebidas para combatir obesidad.
  • La tasa tributaria tendría que ser de $1 a $5 pesos para que 15% de las personas deje de comprarlos, y de $6 a $10 para lograr que 21% abandone el hábito, indica encuesta nacional.

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Ángeles Cruz Martínez | México, D.F. 28 de agosto, 2013. El consumo de refrescos es habitual en 80% de los mexicanos y 38% de ellos admite que los toma a diario o, por lo menos, 5 a 6 días de la semana, lo cual explica que México sea el principal consumidor mundial de estas bebidas: 163 litros por persona al año. Así lo revela la Encuesta Nacional sobre Obesidad realizada por la Alianza por la Salud Alimentaria.

El estudio detectó que entre individuos con sobrepeso y obesidad el consumo diario es de 29% y 39%, respectivamente, y dada la cada vez mayor prevalencia de diabetes y otros padecimientos asociados con el exceso de peso corporal, la mayoría de la población (70%) está de acuerdo con que se aplique un impuesto al refresco.

El gravamen tendría que ser de $1 a $5 pesos para que 15% de las personas dejara de comprarlos, y de $6 a $10 pesos para lograr que 21% deje de beberlos, indica la encuesta aplicada a 1,500 personas en el país.

Al presentar los resultados del trabajo en torno al consumo y la posibilidad de aplicar un impuesto a estas bebidas, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, señaló que esta es una de varias medidas necesarias para combatir el sobrepeso y obesidad que afectan a 70% de los mexicanos. Están, entre otras, la publicidad dirigida a la infancia y el etiquetado de los alimentos.

Eduardo Sánchez, asesor en el Senado, comentó que otra acción vendrá como consecuencia de la reciente reforma a la Ley General de Educación, cuyo artículo 24 bis ordena a las Secretarías de Educación Pública y Salud emitir los lineamientos que prohíban la venta de alimentos chatarra en las escuelas.

Del otro lado, sin embargo, está la estrategia de la industria refresquera que a toda costa busca mantener e incrementar su presencia en el mercado, por ejemplo, con presentaciones de mayor tamaño –2.5 litros– de sus productos, pero al mismo precio de 2 botellas de 600 mililitros.

Eso fomenta la adicción a bebidas gaseosas, misma que se extiende a los niños. La encuesta encontró que 91% de los menores de edad, hijos de consumidores de refresco, también lo hacen. De éstos, 19% los toma todos los días y 12% 5 a 6 días de la semana.

Proyecto en la Cámara de Diputados

Cuestionados sobre el uso que se podría dar al dinero obtenido del cobro de un impuesto al refresco, 29% de los entrevistados opinó que se destine a campañas de orientación alimentaria; 27% a crear un fondo destinado a la prevención de la diabetes; 20% planteó que se proporcionen tratamientos gratuitos de diálisis a enfermos con insuficiencia renal crónica, afiliados del Seguro Popular. Otro 18% consideró que los recursos se deberían invertir en bebederos de agua potable en las escuelas.

Calvillo recordó que la propuesta para aplicar un gravamen de 20% ($1.5 pesos) a los refrescos está en la Cámara de Diputados. De aprobarse, representaría un ingreso para las finanzas públicas de $23,000 millones de pesos al año.

De acuerdo con otros estudios, la medida ayudaría a disminuir 12% la prevalencia de diabetes y 26% los costos médicos de nuevos casos de la enfermedad en los siguientes 10 años.

Fuente: www.jornada.unam.mx/2013/08/28/sociedad/037n1soc

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