Se ha demostrado que el desarrollo de etiquetados frontales en los productos que adviertan al consumidor si un producto tiene bajas, medias o altas concentraciones de azúcar, grasas y sal, ha sido muy eficiente para que las elecciones en el mercado se inclinen por las opciones más saludables. La Organización Mundial de la Salud ha recomendado el desarrollo de este tipo de etiquetados, sin embargo, en nuestro país no se han implementado y se ha permitido a las empresas que desarrollen uno propio que engaña y confunde, aún más, a los consumidores.
A partir de hace dos décadas México ha sufrido una introducción masiva de productos industrializados, de tal forma que hoy se ha convertido en uno de los primeros 10 países con mayor consumo de productos industrializados. Tan sólo en la población preescolar, casi el 40% de la energía total proviene de productos industrializados; de ellos el 12% es refresco. En un estudio realizado por El Poder del Consumidor, se observó que el 60% de los escolares de primaria y secundaria en zonas rural-indígenas desayunan con refresco, principalmente de cola.
El etiquetado es la única orientación que el consumidor realmente tiene para conocer cuál es la calidad nutricia de los productos industrializados. Es importante que el etiquetado no induzca al error puesto que está claramente establecido en la Norma Oficial de Etiquetado, NOM-051-SCFI/SSA1-2010: la información debe ser clara y veraz. La Organización Mundial de la Salud ha llamado a implementar etiquetados frontales que realmente orienten a los consumidores para realizar mejores elecciones, como parte de la estrategia para combatir la epidemia de obesidad.
El tipo de información que utiliza la industria en los etiquetados frontales no tiene sustento científico y se ha demostrado que engaña y desorienta a los consumidores. Este tipo de información induce a creer que las cantidades de calorías, grasas saturadas, sodio o azúcar son bajas cuando en realidad no lo son. Además, la industria no siempre resalta los mismos nutrientes o utiliza la misma información: adecúan qué tipo de información resaltar dependiendo del tipo de producto.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) debe retirar el etiquetado de ConMéxico simplemente porque engaña y viola la ley. Las pruebas están en un estudio del propio Instituto Nacional de Salud Pública y en otros, como el del Instituto de Medicina de los Estados Unidos.
En el ámbito internacional, los etiquetados frontales se han propuesto como parte fundamental de la estrategia de combate a la obesidad. La Cofepris está obligada a implementar un etiquetado frontal que permita a los consumidores hacer elecciones bien informadas.