
En la actual controversia sobre prohibir o no la siembra del maíz transgénico y la eliminación gradual del glifosato, el herbicida cancerígeno que la acompaña, se pierde de vista que lo que está en juego es el dilema entre las tres maneras de generar alimentos en el mundo: la tradicional o campesina, la agroindustrial o moderna y la agroecológica