Fracasan políticas públicas para favorecer la lactancia materna

• En los últimos años hay un descenso en amamantamiento de menores de 6 meses y se ha incremento el uso de fórmulas lácteas ricas en azúcares añadidos.
• Organizaciones y especialistas proponemos crear el Comité Técnico-Ciudadano de Amamantamiento a Favor de la Lactancia Materna.

Ciudad de México, 2 de agosto, 2016. México cuenta con la mejor legislación para promover la lactancia materna, pero en la realidad se queda sólo en el papel, ya que en los últimos años se ha registrado un drástico descenso de recién nacidos amamantamos por sus madres, lo que ha conllevado a un mayor riesgo y prevalencia de enfermedades del aparato respiratorio y digestivo, así como síndrome de muerte súbita, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares e inteligencia baja, señalaron especialistas de la Alianza por la Salud Alimentaria y del Comité Técnico-Ciudadano de Amamantamiento.

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, los especialistas refirieron que el porcentaje de lactancia materna exclusiva entre menores de 6 meses bajó en 6 años de 22.3% a 14.4% en zonas urbanas, mientras que en áreas rurales la caída de lactancia materna exclusiva en menores de 6 meses durante el mismo periodo disminuyó de 36.9% a 18.5%, con base en datos oficiales de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.

A nivel internacional México ha sido reprobado, ya que de acuerdo con la Iniciativa Mundial Sobre Tendencias de la Lactancia Materna (WBTi,[1] por sus siglas en inglés), otorgó a nuestro país una calificación de 4.9 en una escala de 0 a 10 después de una la evaluación de 15 indicadores.

De acuerdo con investigaciones del Instituto Nacional de Salud Pública, si México siguiera las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en términos de la lactancia materia se ahorraría hasta 2,429.5 millones de dólares en la atención de problemas asociados a la falta de amamantamiento, tales como otitis media, gastroenteritis y Enfermedades Crónicas No Trasmisibles.

Los especialistas afirmaron que estas cifras son la demostración del fracaso de las políticas nacionales a favor de la lactancia materna y anunciaron la creación de un Comité Técnico-Ciudadano de Amamantamiento, integrado por especialistas y académicos libres de conflictos de interés, convencidas en lo fundamental de la lactancia materna para la sostenibilidad de una vida y sociedad saludables, con el fin de monitorear la lactancia en México y vigilar el cumplimiento del Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.

Al respecto, Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria (COA), señaló: “La nueva Estrategia Nacional de Lactancia Materna deja sin aportar nuevos elementos para detener el deterioro de la lactancia materna adecuada. Son los mismos mecanismos sugeridos en sexenios anteriores y México sigue sin asegurar el alojamiento conjunto, la lactancia durante la primera hora al nacer, permitiendo la intervención de la industria de fórmulas infantiles y manteniendo las condiciones laborales que impiden ejercerla. Cada niño o niña sin amamantamiento significan pérdidas en calidad de vida y empobrecimiento para la nación. Si las autoridades de salud han demostrado tener compromiso para lograr la lactancia materna, aún falta identificar las verdaderas limitantes para cumplir la ley vigente”.

En tanto, Marcos Arana Cedeño, director del Centro de Capacitación en Ecología y Salud para Campesinos y Defensoría del Derecho a la Salud, afirmó que las acciones que se toman son incompletas y citó como ejemplo el anuncio realizado hace una semana por parte de Mikel Arriola, director del IMSS, donde dijo que a las trabajadoras embarazadas que podrán distribuir como mejor les convenga, 10 de las 12 semanas de licencia maternidad, sin embargo, deja sin extender el periodo de permiso total, donde México se ubica como uno de los países con menos días otorgados para madres trabajadoras y sus recién nacidos con un máximo de 84 días, mientras la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda conceder al menos 98 días de licencia a la madre e idealmente 168 días, puntualizó.

Los especialistas indicaron que ligado a la falta de lactancia materna viene el alto consumo de sustitutos o fórmulas lácteas, generado por el incumplimiento de la industria al Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.

Sobre este tema, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, señaló que “en México este código es violado constantemente debido a la publicidad y promoción de sucedáneos y sustitutos de leche materna, la distribución de muestras a madres, familias y profesionales de la salud, lo que desfavorece la lactancia materna y promueve el uso de sucedáneos, creando hábitos no saludables en los infantes, lo que viene a generar problemas de obesidad y diabetes a futuro por la gran cantidad de azúcar añadido que tienen estas fórmulas”.

“En un país como México donde 70% de los adultos y 1 de cada 3 niños padecen sobrepeso u obesidad, y la diabetes se encuentra dentro de las principales causas de muerte, resulta imperante promover la práctica de la lactancia materna”, añadió Calvillo.

El Poder del Consumidor analizó las etiquetas de 9 fórmulas para lactantes y su publicidad, encontrando que el porcentaje de azúcar fue del 28% al 54%, en promedio de 41%. Estos datos contrastan con lo establecido en la NOM043 de orientación alimentaria que recomienda no añadir ni azúcar ni sodio a los alimentos proporcionados a los lactantes. Con relación a los “cereales”, estos son elaborados con “harinas refinadas” y ninguno cumplió con el mínimo de fibra acorde a la norma oficial.

Y a las empresas no les ha ido nada mal con esta baja en la lactancia materna, ya que la agencia Nielsen reportó una venta mundial aproximada de 30,000 millones de dólares sólo de fórmulas infantiles, con crecimiento de 37% anual en América Latina. Tan sólo en 2010 en México se vendieron 43.8 toneladas de fórmulas lácteas, para 2015 la estimación fue de 47.3 toneladas.

Ligado al consumo de fórmulas lácteas se encuentra el uso excesivo del biberón con serias consecuencias negativas para la salud dental, gastrointestinal y la psicomotricidad; Si bien la recomendación internacional es evitar en lo posible el uso de mamilas en la vida, en México va en aumento. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición reporta el uso de biberón en 6 de cada 10 (63.2%) niños y niñas de 0 a 23 meses, mientras en la Ciudad de México es de 82.1%.

El panorama, dijeron los especialistas, no es nada alentador, sin embargo el Comité Técnico-Ciudadano de Amamantamiento a favor de la lactancia materna buscará que sea realidad el amamantamiento como un derecho humano colectivo. El Comité anunció que trabajará principalmente en tres ejes:

1. La vigilancia del Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.
2. La promoción del contacto temprano y continuo piel a piel entre el recién nacido y su madre.
3. La promoción del Derecho Humano Colectivo al Amamantamiento.

Asimismo, las primeras recomendaciones de este Comité en el tema de lactancia son:

1. Transparentar el presupuesto y su distribución destinado a lactancia materna.
2. Declaración pública de No Conflicto de Intereses por convenios firmados con la industria de fórmulas infantiles.
3. Reorientar el gasto hacia estrategias menos costosas y con probada evidencia científica de eficacia como el contacto piel a piel al nacer.
4. Difundir en campañas el Derecho Humano a Amamantar de las mujeres y de las personas recién nacidas, y garantizar condiciones para su ejercicio.
5. Exigir la declaratoria de azúcares añadidos en fórmulas infantiles y alimentos para bebés.
6. Hacer público los mecanismos de participación ciudadana en materia de lactancia materna.
7. Extender la licencia por maternidad en madres mexicanas trabajadoras en lugar de sólo flexibilizar el uso de este periodo.
8. Advertir a la población los riesgos de la ausencia de lactancia materna adecuada.

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[1] WBTi es una iniciativa para ayudar a los países a evaluar las fortalezas y debilidades de sus políticas y programas para proteger, promover y apoyar las prácticas óptimas de alimentación infantil y de lactantes conforme a recomendaciones internacionales.

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