Más agua y menos sodas, ayuda contra obesidad infantil - Alianza por la Salud Alimentaria

Más agua y menos sodas, ayuda contra obesidad infantil

  • Un estudio elaborado por el CIAD encontró que se deben implementar políticas públicas que incluyan programas de promoción del consumo de agua en niños, desde escuelas hasta espacios públicos.

Niña bebiendo agua de un bebedero público

Emilio Martínez | 30 de septiembre, 2022. Hace poco más de un año, el futbolista Cristiano Ronaldo se preparaba para dar una rueda prensa antes del partido entre Portugal y Hungría. Súbitamente y con un semblante templado, apartó dos botellas de Coca-Cola frente a él, para sustituirlas por una de agua. Alzando la última botella por el aire y exclamando ¡AGUA!

En algunos países, el agua ha quedado en un segundo plano en favor de un tipo de bebida que causa adicción, sobre todo entre los más jóvenes: las bebidas azucaradas. Se conoce que el consumo excesivo de jugos industrializados, refrescos y bebidas azucaradas en general aumenta 60% el riesgo de padecer obesidad, 6% de infarto y 26% de diabetes.

México es uno de los países con mayores índices de consumo de bebidas azucaradas y obesidad, lo cual provoca grandes problemas de salud, sobre todo a nivel escolar. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) realizada en 2021 alrededor del 92.9% de la población escolar mexicana consume bebidas endulzadas regularmente. El 70% de los mexicanos padece sobrepeso u obesidad.

México, un país muy sodero

En el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CAID) se realizó un estudio para evaluar el efecto de programas de promoción del consumo del agua, las prácticas de ingestión de bebidas azucaradas y su asociación con la composición corporal en niños y jóvenes de México. Al término del estudio se determinó que el consumo de agua disminuyó en 100 ml y, por el contrario, el de las azucaradas aumento 203 ml. Asimismo, la ingestión de agua promedio es de 1,250 ml diarios, que significa aproximadamente 5 vasos al día menos de la recomendación de 8 hecha por médicos.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo de azúcar no debe exceder el 10% de todas las calorías que debemos ingerir al día, es decir, 25 gramos o unas 5 cucharillas al día. Sin embargo, una botella de medio litro de refresco azucarado contiene más del doble de esa cifra, es decir, unos 53 gramos.

De hecho, México es uno de los mayores consumidores de refresco de cola a nivel mundial. Según la organización El Poder del Consumidor, los productos de Coca-Cola representan más del 70% del consumo nacional de bebidas azucaradas embotelladas, con un promedio de 160 litros por persona al año, según datos a 2021.

Chiapas es la región de México, de América y del mundo entero que consume más Coca-Cola. Con un consumo por habitante de 821.25 litros en promedio al año. El gran problema que presentan estas bebidas es que el aporte calórico que ofrecen no estimula los mecanismos de regulación del apetito y la hidratación de la misma manera que lo puede hacer el agua u otros productos, por lo que obtenemos aportes que no sacian. Este hecho impulsa a consumir más bebidas azucaradas hasta dar a un círculo vicioso que se sustenta en la obesidad.

Hallazgos del estudio

Se estiman los anteriores resultados a causa de la pandemia de COVID-19, donde los niños no asistían a la escuela, los hogares tenían bebidas endulzadas al alcance y hubo una preferencia generalizada que estableció un hábito. A su vez los programas de intervención no se lograron promover el incremento en el consumo de agua y la disminución del consumo de bebidas azucaradas, más se encontraron cambios en los conocimientos de los niños sobre los beneficios del consumo de agua y el efecto nocivo que causan las bebidas azucaradas.

Con estas conclusiones puede considerarse que se deben implementar políticas públicas que incluyan programas de promoción del consumo de agua, sobre todo en los recintos escolares y espacios públicos donde se deberá contar con agua potable y suficientes bebederos que se encuentren en condiciones óptimas para que los niños tengan acceso a este vital líquido.

Igualmente se requiere de mayor publicidad en campañas de promoción y educación. Que conlleven a disminuir la ingestión de las bebidas azucaradas, ya que está demostrado el efecto nocivo de este tipo de bebidas, en especial su relación con el riesgo de sobrepeso, obesidad y otras enfermedades crónicas no transmisibles.

No obstante, según el Usahe Food Panel de Kantar, luego de la pandemia, los mexicanos mayores de 20 años aumentaron su consumo de agua natural. El análisis reveló que en 2020, el consumo de este líquido aumentó un 11% con respecto al promedio de 2019. De acuerdo con Mariana Cruz, Out Of Home & Usage Food Manager de la División Worldpanel de Kantar México, fueron los adultos mayores de 41 años los que resaltaron en la ingesta de agua natural en los hogares.

Factores para consumo de sodas

Finalmente, anotamos los factores sociales que más influyen en la preferencia de los niños y jóvenes por las bebidas azucaradas, según el artículo del 2011 titulado ‘Significados culturalmente construidos para el consumo de bebidas azucaradas entre escolares de la Ciudad de México’. Estos son:

  • Combinación de alimentos salados con bebidas dulces.
  • Rol protagónico de las bebidas azucaradas en eventos sociales.
  • Asociación estrecha del consumo de agua solo con la sed provocada por el esfuerzo físico.

Fuente: https://www.primeraplanadigital.com.mx/blog/2022/09/30/mas-agua-y-menos-sodas-ayuda-contra-obesidad-infantil/

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