Buenas noticias, México: el leve impuesto de 10% bajó hasta 12% el consumo de refrescos - Alianza por la Salud Alimentaria

Buenas noticias, México: el leve impuesto de 10% bajó hasta 12% el consumo de refrescos

  • Una nueva investigación del British Medical Journal destaca que si un impuesto pequeño, de apenas el 10%, puede bajar la demanda de bebidas azucaradas en un país con epidemia de obesidad, un gravamen del 20% podría ocasionar una mayor reducción en las ventas de refrescos y significar un cambio para una población altamente vulnerable. Al mismo tiempo, Gran Bretaña amaneció con la noticia de que 700 mil ciudadanos padecerán algún tipo de cáncer por la obesidad en los próximos 20 años; esto ha volteado sus ojos hacia la publicidad en televisión: pretenden, ahora, evitar la difusión de la chatarra.

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SinEmbargo | Ciudad de México, 7 de enero, 2016. Las compras de refrescos y bebidas azucaradas en México disminuyeron un 6% a lo largo de 2014 hasta llegar a un 12% en diciembre de ese año gracias al impuesto de $1 peso por litro en estos productos aprobado por el Congreso en 2013, revela una investigación publicada en el British Medical Journal.

El estudio “Compras de bebidas en tiendas de México en el marco del impuesto especial sobre bebidas azucaradas” fue realizado por el Instituto Nacional de Salud Publica (INSP) y el Centro de Población de la Universidad de Carolina del Norte (UC) y dado a conocer este miércoles 6 de enero de 2015.

La investigación menciona que aunque en los tres grupos socioeconómicos se redujo el consumo de estos productos, la mayor disminución se dio en los hogares de nivel socioeconómico bajo, con un promedio del 9% el cual llegó al 17% en diciembre de 2014.

La investigación explica que, en contraparte, las compras de bebidas libres de impuestos aumentaron un 4% “impulsadas principalmente por un alza en las compras de agua pura embotellada”.

Se destaca que si bien un impuesto pequeño del 10% puede modificar la cantidad demandada de bebidas azucaradas, un gravamen en un valor mínimo del 20% puede ocasionar una mayor reducción en las ventas y por lo tanto en el consumo de bebidas azucaradas y así tener efectos positivos en la salud.

El reporte menciona que los resultados muestran que en el corto plazo el impuesto sobre bebidas azucaradas generalmente se transmite a través de los precios a los consumidores mexicanos.

“Estas reducciones se hicieron más grandes con el tiempo, mientras que las compras de bebidas libres de impuestos aumentaron. Este cambio a corto plazo es moderado pero importante, y será fundamental para continuar el seguimiento de las compras y observar si la tendencia continúa o se estabiliza; si los consumidores sustituyen con marcas más baratas o alimentos y bebidas libres de impuestos por los tributados, o si los ajustes se producen en el largo plazo”, dicen las conclusiones del documento.

La investigación dice que lo anterior permitirá una comprensión de los efectos a largo plazo de los impuestos sobre las bebidas azucaradas y los alimentos no esenciales de alta densidad energética en compras, dietas, y en última instancia, en los resultados sobre salud.

Además, dice, el análisis futuro se verá en la distribución de los cambios en la compra de alimentos para determinar si el impuesto a bebidas azucaradas está más fuertemente asociado con los cambios entre los consumidores que compran y consumen grandes cantidades de bebidas azucaradas.

Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor, dijo que es muy importante la publicación del estudio sobre los resultados de lmpuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) en una prestigiada revista científica como es British Medical Journal.

“Las políticas públicas que se diseñen e implementen en un país deben estar sustentadas con evidencia. Para ello, quienes promueven y aplican políticas deben basar sus decisiones en los hallazgos de estudios con el suficiente rigor metodológico. Para que un artículo sea publicado en una revista científica, debe cumplir con ciertos requisitos de calidad y se somete a un proceso de revisión de pares, que son expertos especializados en el tema y que valoran el rigor científico del escrito y la pertinencia del tema. La calidad y calificación de la publicación dan garantía sobre la metodología y rigor de las investigaciones y el British Medical Journal es una de las más calificadas en el mundo”, comentó Calvillo.

Fiorella Espinosa, investigadora en Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, comentó a su vez que “el consumo de bebidas azucaradas genera claros daños a la salud, lo que en el caso de la población de los estratos socioeconómicos más bajos provoca mayores costos de atención en salud, disminución de la productividad y muertes prematuras, de ahí la importancia de implementar estrategias que logren reducir su consumo”.

Los autores del estudio analizaron los datos sobre la compra de bebidas en México en el periodo de enero de 2012 a diciembre de 2014 desde un panel no conciliado de 6 mil 253 hogares proporcionando 205 mil 112 observaciones en 53 ciudades con más de 50 mil habitantes.

Las variables utilizadas en el análisis incluyeron información demográfica sobre la composición del hogar (edad y sexo de los miembros del hogar) y el nivel socioeconómico (bajo, medio y alto).

Los autores compararon los volúmenes previstos de bebidas gravadas y no gravadas compradas en 2014 con los volúmenes estimados que se habrían comprado si no se hubiera aplicado el gravamen, basándose en las tendencias antes de los impuestos.

El British Medical Journal dice que de acuerdo con estudios de Myriad Genetics la adición al azúcar en las bebidas está relacionada con la obesidad y muchos problemas cardiometabólicos por lo que se ha recomendado esfuerzos como un impuesto para reducir el consumo de bebidas azucaradas para así obtener una mejora significativa a la salud requeriría.

“Aparte de los estudios financiados por la industria, el consenso de una amplia literatura de ensayos aleatorios controlados, estudios de cohortes longitudinales y estudios clínicos más pequeños, es que los seres humanos no reducen la ingesta de alimentos al consumir bebidas calóricas”, dice la investigación.

De acuerdo con la investigación publicada ayer la disminución en la ingesta de las bebidas azucaradas podría reducir el peso corporal y muchos problemas cardiometabólicos.

La investigación dice que la probabilidad de la obesidad entre los mexicanos de todas las edades es alta. “La prevalencia del sobrepeso y obesidad es de más del 33% para los jóvenes de 2 a 18 años y alrededor del 70% de los adultos, la mitad de los cuales son obesos”.

Menciona que la prevalencia de la diabetes en México, con base en los ingresos hospitalarios, es la más alto entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Además, la prevalencia de sobrepeso y obesidad aumentó un 12% entre 2000 y 2006, y alcanzó el 72% entre los adultos en 2012. Dice que concomitante con el aumento de la obesidad y la diabetes en México es el gran aumento en el consumo de bebidas azucaras. México, dice, tenía la mayor ingesta per cápita de refrescos en 2011 con 163 litros.

Cáncer y obesidad

Una organización de salud dio a conocer recién un estudio en el que advierte que el 45% de los cánceres en Inglaterra están relacionados con la obesidad o el sobrepeso. Cancer Research UK alertó a que casi 700 mil personas podrían desarrollar varios tipos de cáncer en los próximos 20 años a causa de la gordura, lo que debe obligar al gobierno a realizar acciones de emergencia para la población.

La organización, respaldada por el famoso chef Jamie Oliver, dijo que al menos 10 tipos de cáncer están relacionados con la obesidad, que también puede conducir a la diabetes 2, enfermedades del corazón, derrame cerebral y una serie de otros problemas.

Jamie Oliver ha demandado al gobierno británico un impuesto “como el mexicano” a las bebidas azucaradas, entre otras medidas.

Cancer Research UK exigió hoy, dada la epidemia de obesidad que sacude a Gran Bretaña y al mundo, prohibir además la publicidad de comida chatarra durante horas prime de televisión, y empezar una fuerte campaña para revertir los hábitos alimenticios que han provocado esta epidemia global.

México, el país con mayor obesidad en el mundo, implementó un impuesto a las bebidas azucaradas que parece empezar a surtir efecto, de acuerdo con un estudio publicado también recién. Este ejemplo ha cundido en otros países, aunque recientemente el Congreso mexicano intentó cancelar el gravamen, movido por los intereses la poderosísima industria del refresco, según organizaciones como El Poder del Consumidor.

Gran Bretaña tiene una población aproximada de 53 millones. México supera los 110 millones de ciudadanos. El estudio indica que 700 mil sufrirán cánceres relacionados con la obesidad, lo que da una idea de lo que se viene para la población mexicana aunque no hay un estudio comparativo o similar que lo advierta.

Se calcula que unos 80 millones de mexicanos tiene sobrepeso. Es decir, siete de cada 10. Distintos estudios demuestran que la obesidad predispone el organismo al desarrollo de distintos cánceres, pero además de enfermedades cardiovasculares, pulmonares, de hígado y riñón; o diabetes, hipertensión…

Hace unos días, la Asociación británica de gobiernos locales (LGA, por sus siglas en inglés) pidió que las empresas de bebidas alcohólicas especifiquen las calorías en sus productos, a fin de combatir la creciente obesidad. La LGA, que agrupa a unos 400 Ayuntamientos y autoridades municipales, ha divulgado un estudio que indica que los ciudadanos no son conscientes de las “calorías ocultas” del alcohol, por lo que una buen etiquetado “les permitiría elegir mejor”.

Un 80% de los encuestados por el organismo no sabía que un vaso de vino puede contener hasta 228 calorías, mientras que nueve de cada 10 desconocían que una pinta de cerveza (cerca de medio litro) tiene unas 180. Dos tercios de los participantes en el estudio apoyaron la idea de especificar las calorías en las botellas y latas, indicó la asociación.

Según la LGA, una sidra con un grado de alcohol del 4.5% tiene en torno a 216 calorías, lo que equivale a comerse tres cuartas partes de una hamburguesa; beber en un día cinco pintas (dos litros y medio de cerveza) es lo mismo que engullir tres hamburguesas.

A finales de noviembre pasado, el gobierno británico reconoció que los altos índices de obesidad, diabetes y problemas coronarios hacen que sea de extrema urgencia “imponer un impuesto del 20% a los productos comestibles y bebidas azucaradas para evitar una catastrófica crisis de salud en el país”.

El organismo Salud Púbica de Inglaterra publicó un reporte en el que concluyó que Gran Bretaña “consume demasiada azúcar” y que ello está llevando a serios problemas sanitarios, principalmente como consecuencia de la obesidad. El reporte también destacó que las autoridades del país deberían prohibir anuncios publicitarios en comercios destinados para niños que busquen vender dichos productos, como también publicidades por televisión y online.

Fuente: www.sinembargo.mx/07-01-2016/1592394.

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