¿Sabes de dónde viene el agua que bebes?
Ciudad de México, 4 octubre, 2019. Desde 1993 se celebra el Día Mundial del Agua cada 22 de marzo. Pero siempre, independientemente de esa fecha conmemorativa, es importante reflexionar sobre el tema “agua y desarrollo sostenible”.
El agua, como sabes, es indispensable para tu salud, permite una adecuada digestión de los alimentos, el transporte de los nutrimentos y la regulación de la temperatura entre otras funciones, pero ¿cómo eliges tu fuente de agua?
Las empresas que comercializan agua embotellada utilizan diversas estrategias de marketing explotando necesidades y resaltando diferentes aspiraciones como la imagen estética, el bienestar corporal o transmiten la idea de que el agua que venden proviene de los manantiales más puros de la tierra —aunque salgan de la tubería local.
Una de las estrategias más recientes ha sido vender agua sin o baja en sodio. La realidad es que el agua ya se comercializa con cantidades muy pequeñas de sodio y debido al alto consumo de alimentos preenvasados e industrializados que hay en México, es más importante poner atención en la cantidad de sodio que éstos contienen que la que contiene el agua.
Por ejemplo, una botella de 500 ml contiene entre 10 y 20 mg de sodio mientras que una porción pequeña de cereales de caja azucarados (30 g) llega a tener hasta 180 mg de sodio.
Por esta razón, eliminar el sodio del agua no es un beneficio trascendente para ti, únicamente en caso de que necesites una dieta especial muy baja en sodio, y en este caso sería determinada por un especialista de salud.
En México, la desconfianza en la calidad del agua de la llave no es fortuita. Para empezar, se desconocen los procesos por los que pasa desde su fuente original hasta que sale de la llave de tu casa.
Esta falta de transparencia nos ha convertido en el mayor consumidor de agua embotellada per cápita en el mundo.
No hay garantía de que el agua embotellada sea más segura, lo que sí es seguro es que consumirla es caro y deteriora el medio ambiente.
Una buena solución son los filtros de agua, de los cuales hay modelos diferentes, dependiendo de las necesidades de cada espacio y la calidad del agua del lugar donde se instalará.
Los mejores filtros remueven las partículas suspendidas, eliminan sabores y olores desagradables, además desinfectan el agua de bacterias a un costo mucho menor que la compra de botellas y garrafones. Considera que es una inversión inicial que a mediano plazo tendrá múltiples beneficios.
Actúa: En lugar de comprar y tirar botellas de agua, considera instalar un filtro en tu hogar e invierte en una botella que puedas rellenar diariamente.
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Fuente consultada: “Reporte especial: Consumo de agua embotella”, Revista del Consumidor TV 10.1. Disponible en: revistadelconsumidor.gob.mx/?p=40822