Según un estudio, carnes asadas y bebidas azucaradas favorecen el desarrollo del cáncer

• La investigación realizada por científicos de la Universidad Nacional de Córdoba y del Conicet identificó los patrones alimentarios locales que tienen un efecto promotor o protector de esa enfermedad.

9 de abril, 2015. Un estudio epidemiológico llevado adelante por científicos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Conicet identificó los patrones alimentarios locales que tienen un efecto protector o promotor del riesgo de desarrollar el cáncer.

El informe elaborado por científicos de la Escuela de Nutrición de la UNC y del Conicet, y difundido por la Agencia de Comunicación de la Ciencia, el Arte y la Tecnología (Uniciencia) destaca que el «elevado consumo de carnes rojas, su frecuente cocción a la parrilla así como la ingesta de alcohol y bebidas azucaradas, se encuentran entre los hábitos más riesgosos».

«En contraposición, una dieta rica en frutas y verduras podría tener un rol protector contra el desarrollo del cáncer», agrega.

La investigación “Cáncer y su asociación con patrones alimentarios en Córdoba” identificó y caracterizó hábitos alimentarios en la población adulta de la provincia y estimó sus efectos en la ocurrencia de diversos tipos de cánceres.

“El desarrollo del cáncer está relacionado con los hábitos de vida de las personas, y según estudios internacionales el 30% de los casos que ocurren podrían estar asociados a la alimentación habitual del individuo», señala el informe.

El trabajo de la UNC estableció patrones característicos en la población cordobesa general -en hombres y mujeres independientemente-, y estimó sus efectos sobre el riesgo de padecer cáncer colorrectal (CCR), cáncer de mama (CM), cáncer de próstata (CP) y cáncer urotelial (CU).

Así, en la población en general, los patrones “cono sur” (elevados consumos habituales de carnes rojas, papa y vino) y “bebidas azucaradas” (gaseosas y jugos) muestran un efecto promotor para el CCR y el CU, mientras que la ingesta habitual de frutas, vegetales y lácteos representan protección al desarrollo de estas enfermedades (patrón “prudente”).

El informe puntualiza que en la población femenina, el CM se asocia «directamente con los patrones cono sur femenino (carnes grasas, productos de pastelería, aceites y mayonesa), rural (carnes procesadas) y amiláceo (elevada ingesta de granos refinados y baja de granos enteros) y muestra asociación inversa con el patrón denominado prudente (frutas y vegetales no amiláceos, es decir con bajo contenido de almidón)».

En cuanto a los hombres, algunos patrones alimentarios muestran un efecto promotor al CP, es el caso de los patrones cono sur masculino (carnes grasas, huevos, granos y vegetales amiláceos), bebidas azucaradas (jugos y gaseosas) y típico mesurado (carnes rojas magras e infusiones)».

No obstante, los investigadores advierten que si bien numerosos estudios dan cuenta de asociaciones entre ciertos hábitos alimentarios y el desarrollo de cáncer, es importante recordar que se trata de una patología multicausal, cuya ocurrencia obedece a múltiples factores.

Aclaran que «no sería adecuado hablar de relación directa del cáncer con la dieta como factor aislado, sino que debieran considerarse muchos otros factores mediadores como el tabaquismo, el sedentarismo, la carga genética o herencia y el sobrepeso”.

Fuente: www.lmcordoba.com.ar/nota/200604_segun-un-estudio-carnes-asadas-y-bebidas-azucaradas-favorecen-el-desarrollo-del-cancer.