Comida chatarra y refrescos - Alianza por la Salud Alimentaria

Comida chatarra y refrescos

  • Los industriales no parecen darse cuenta de que algunos de sus productos son francamente nocivos a la salud.

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Raymundo Canales de la Fuente | México, D.F. 20 de octubre, 2013. Casualmente después de que narré el caso que tuve cerca la semana pasada, se presentó en la Cámara de Diputados una iniciativa para gravar con impuestos adicionales a los alimentos llamados chatarra, junto con los refrescos.

En los días siguientes vimos aparecer varios desplegados enormes en diversos periódicos de circulación nacional, en páginas completas, dedicados al tema y firmados por asociaciones de industriales.

Dichos desplegados afirman categóricamente que se pone en riesgo la capacidad de sostener los empleos que ofrecen y citan ejemplos, muy locales por cierto, de algunas legislaturas que se vieron en la necesidad de derogar impuestos parecidos por inefectivos.

Lo que sorprende en los diversos textos es que los grupos de industriales firmantes no parecen darse cuenta de que algunos de sus productos son francamente nocivos a la salud, siendo responsables, al menos en parte, de los estragos en términos de malnutrición, anemia, deficiencia de hierro y obesidad que estamos padeciendo como epidemia.

Los fabricantes de cigarrillos o de bebidas alcohólicas, por ejemplo, nunca niegan los daños a la salud de sus productos, y frecuentemente han demostrado su capacidad para adaptarse a las nuevas reglas que les impone la sociedad. Con estos alimentos chatarra y los refrescos, tendrían la valiosa oportunidad de transformar sus productos para que dejen de ser deleznables nutricionalmente hacia algo que aporte beneficios, sólo se requiere voluntad y por supuesto inversión.

Ya he mencionado también en este espacio, que nuestro país cuenta con talentos especialmente brillantes en casi todos los campos de generación de conocimiento y tecnología, es decir, científicos y tecnólogos tenemos de sobra, solamente falta la voluntad de ese enorme grupo de industriales, con sus gigantescos bolsillos para invertir en laboratorios de investigación sufragando de forma adecuada a los investigadores para crear productos valiosos.

La iniciativa por supuesto les abre la puerta de par en par dado que menciona un cierto número de calorías por 100 gramos del alimento, y yo agregaría que también es necesario evaluar los azúcares que emplean y que para dejar de considerarlos chatarra deben demostrar aporte de hierro y proteínas… ¿No se podrá señores industriales?, ¿tienen miedo de invertir en México?, ¿les parece poco importante la desnutrición infantil?

Creo que es momento para que se involucren activamente y, por supuesto, que arriesguen algo de sus capitales para apostarle al país.

Sus ganancias históricamente han resultado apabullantes, hay productos mexicanos de este tipo que se exportan el día de hoy a muchos países y por supuesto reconozco la creatividad y valentía que ha significado de muchos de ustedes para construir emporios industriales, pero ahora es urgente que utilicen esas capacidades para beneficiar a sus compatriotas más pobres que son las víctimas ostensibles.

No hay pretexto que valga y espero que la iniciativa se convierta en ley a corto plazo. Tampoco me parece adecuado que recurran al chantaje como estrategia de cabildeo.

Fuente: www.excelsior.com.mx/opinion/raymundo-canales-de-la-fuente/2013/10/20/924347.

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