Intoxicación por azúcares escala, recomiendan estrategia del plato del buen comer
Aurora Zepeda | 21 de noviembre, 2022. Las bebidas endulzadas, botanas, postres y dulces son los comestibles más consumidos por los mexicanos de todas las edades, lo que se convierte en uno de los factores que tienen a la población mexicana en problemas de salud por mala nutrición.
Afecta a 25% de niñas y niños menores de 5 años, 28% de niñas y niños entre 5 y 11 años, 42.9% de adolescentes de 12 a 19 años, y 70% de las personas mayores de 20 años, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, realizada por la Secretaría de Salud (Ssa) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
El coordinador del Comité de Nutrición Temprana de la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, Rodrigo Vázquez, explicó que “este concepto de mal nutrición, cobija, es como si fuera un paraguas, dos caras de un problema nutricional, por un lado somos un país que tiene desnutrición pero por el otro lado somos un país con un alto índice de sobrepeso y obesidad, son las dos caras de un país con problemas nutricionales”.
Vázquez Frías explicó que la desnutrición se encuentra en niños y niñas de familias con problemas socioeconómicos, que no tienen lo suficiente para comer, mientras que el sobrepeso y la obesidad ocurre por diversos factores, uno de ellos, los malos hábitos alimenticios por exceso de azúcares, carbohidratos, grasas y proteínas (macronutrimentos), pero aclaró que no es el único factor.
“Estamos muy intoxicados de azúcar, entonces deberíamos tratar de erradicarla, es un enemigo que tenemos que vencer, pero el alimento por sí solo no es el enemigo, son nuestras decisiones, la frecuencia con la que hacemos eso. No tendría nada de malo que te comas un pan el Día de Muertos, el problema es que estás comiendo pan de muerto todos los días, es decir, estás haciendo malas decisiones en tu día a día. Ahí son malas decisiones de los papás y de lo que la familia les enseña. Cambiar hábitos alimenticios y utilizar la estrategia del plato del buen comer es un buen comienzo, sería buena estrategia en primer lugar”, concluyó el doctor.
En la Ensanut 2021 resultó que, 1.5% de los menores de 5 años están en “emaciación” es decir, con posibilidades de muerte por un alto grado de desnutrición, es decir, unos 150 mil niños y niñas, que, en su mayoría, se encuentran en la región pacífico-centro del país.
La baja talla está presente en 12.6% de los menores y el bajo peso en 3.7%.
El sobrepeso y la obesidad en este grupo de edad se encontró en 7.8% de menores de 5 años.
El doctor Vázquez explicó que lo más común es encontrar desnutrición en infantes de 5 años o menos, debido a la falta de micronutrimentos, en especial hierro, zinc y vitamina D.
“Es increíble. Podemos tener sobrepeso y obesidad porque los macronutrimentos están incrementados, y al mismo tiempo tener desnutrición de microelementos, por eso es esta doble situación, una doble carga, desde el punto de vista nutricional”, explicó Rodrigo Vázquez.
Según la encuesta, los niños y niñas de estas edades comen pocas verduras (28%), pero están acostumbrados a bebidas endulzadas (86.5%) y botanas, dulces y postres (53%).
La cosa empeora en la edad de los 5 a los 11 años, en la que 24% come verduras, 92.9%, bebidas endulzadas y 51%, botanas dulces y postres.
Para la adolescencia, a nivel nacional, casi se duplica el número de personas de 12 a 19 años con problemas de sobrepeso y obesidad, pues crece a 42.9%, y el consumo de verduras se queda en 26.7%, y las bebidas endulzadas 91.7%, mientras que con 40.5% el consumo de botanas, dulces y postres.
Aunque en la edad adulta se incrementa el consumo de verduras (45%), el consumo de bebidas endulzadas baja a 70%, y las botanas, postres y dulces a 26.6%, el promedio de mexicanas y mexicanos con problemas de sobrepeso u obesidad se incrementa a 72% de las personas.
Vázquez explicó que “si bien, la causa de sobrepeso y obesidad es una cuestión multifactorial, reducir todo a que comemos muy mal es muy reduccionista. Sin embargo tiene que ver de forma importante con lo que son los estilos de vida o los hábitos alimenticios, la obesidad es una enfermedad inflamatoria, el cuerpo de una persona con obesidad tiende a estar inflamado y es una verdadera enfermedad”.
Mencionó que, además de la alimentación, en la obesidad interfieren factores genéticos, la mala calidad de los alimentos como las grasas vegetales, dietas hiperproteicas, no dormir bien, deshidratación, el estrés, incluso enfermedades de la tiroides y por supuesto, las malas decisiones alimenticias que pueden manifestarse con adicciones al azúcar.