Autorregulación contra obesidad no funciona: experto - Alianza por la Salud Alimentaria

Autorregulación contra obesidad no funciona: experto

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Cecilia Higuera | México, D.F. 15 de julio, 2013. La prevención de la obesidad y el sobrepeso en el país requiere de una política que deje de «centrar todas las baterías en la responsabilidad individual» de cada persona que esté en esta condición, dijo José Alberto Rivera Márquez, coordinador de la Maestría en Medicina Social de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco.

Entrevistado por Crónica, resaltó la importancia de que el Estado haya volteado hacia este problema y empiece a pensar en la prevención en términos de salud colectiva. Empero, rechazó que sólo sea un problema «de individuos» y que sólo ellos tienen la culpa de estar gordos y sólo a ellos es a quienes se les debe modificar determinadas conductas erróneas.

Esto ha causado que ante el incremento en el número de pacientes que tienen enfermedades relacionadas con la obesidad y el sobrepeso, como diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer, se hayan visto ya rebasadas las capacidades del Estado, en concreto de las autoridades de salud, para atender estos casos.

Estos males, señaló, son un problema grave en nuestro país, que además se está complicando porque la prevalencia ha aumentado en todos los grupos sociales, «pero se han observado aumentos de manera particularmente acelerados en hogares y poblaciones que viven en condiciones de pobreza».

Obesidad y pobreza

El académico hizo hincapié en que un dato alarmante es el incremento de obesidad en familias pobres, ante una necesidad de contar con alimentos a bajo costo y que sean altamente energéticos, «para no sentir esta sensación de hambre».

Esto ocasiona que adquieran comida de fácil procesamiento, de muy baja calidad y muy alta densidad energética, «lo que hace que la sensación de plenitud permanezca más tiempo y en apariencia se gasta menos en este tipo de alimentos».

El grave problema, abundó, «es que sus recursos son tan limitados y las condiciones en que van a alimentarse son tan precarias, o tiene tan poco tiempo, o se desplazan a distancias muy largas, que prácticamente no hay otra más que comer lo que haya al alcance de la mano y del bolsillo».

Muchos de esto productos —sopas instantáneas, refrescos embotellados, jugos altamente energéticos, frituras, pastelillos, incluso algunos excesivamente fritos, o cargas de azúcar o de carbohidratos muy importantes—, son de muy alta densidad calórica, bajo valor nutricional, en apariencia muy baratos, pero que a la larga hacen mella en la economía de los hogares, insistió.

La Solución

Lo que veo mal, expresó, es esta situación en la que se hace una persecución «casi policiaca» a los obesos, y creo que eso es gravísimo.

Ahora pareciera que hay que bajar de peso a cualquier precio, y todo el aparato publicitario, todas las campañas y mensajes en materia de políticas públicas, están destinados a estigmatizar la obesidad, perseguirlos, y responsabilizarlos, y a equiparar a la obesidad como un asunto de fracaso y a la delgadez como un asunto de belleza, de éxito, de buena nutrición».

Expuso que en el caso de los alimentos industrializados, el Estado debería mantenerse férreo en su compromiso con los ciudadanos y obligar a la industria alimentaria cumplir con la ley de manera irrestricta.

«No hay otra fórmula para abatir este problema, el Estado debe regular, no puede permitir la auto-regulación que propone buena parte de la industria. Además, la industria no debe formar parte de los comités o reuniones o acuerdos en donde se va a hablar sobre regulación, porque ahí veo un conflicto de intereses«.

En este mismo sentido, resaltó que el reto es enorme y complejo en la Cruzada Nacional contra el Hambre, ya que no se debió invitar ni sumar a sus estrategias de beneficio o de atención a las industrias «es un acto de la más alta irresponsabilidad haber permitido o sugerido que hubiera acuerdos con la industria alimentaria tipo Nestlé, Pepsico, para promover y atender a las poblaciones».

El Estado mexicano está poniendo todas las condiciones para que la industria «se meta» en lo más profundo del problema alimentario y nutricional, dijo.

Es también un error pensar que la industria va a capacitar para hacer atención nutricional, sin hacer promoción de sus productos, que como ya lo dijimos son de bajo nivel nutricional, lamentó Rivera Márquez.

Fuente: www.cronica.com.mx/notas/2013/768619.html

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