Entre el hambre, la nutrición y las enfermedades alimentarias - Alianza por la Salud Alimentaria

Entre el hambre, la nutrición y las enfermedades alimentarias

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Blanca Alcalá* | México, D.F. 6 de agosto, 2013. En junio, durante la III Conferencia Panamericana en Obesidad, se tocaron temas paradójicos en la materia; estudios que revelan que las familias mexicanas con menos ingresos económicos aumentan el consumo de alimentos de alto contenido calórico, o que una tercera parte de la población padece de obesidad, mientras cerca de 7 millones de mexicanos sufren de hambre. Fenómenos que generan anualmente miles de muertes por enfermedades no transmisibles y costos económicos y sociales en aumento.

¿Cómo decidir cuál problemática debe ser abordada de manera prioritaria por el gobierno del presidente Peña Nieto? ¿Cómo construir la agenda de gobierno en torno a los diversos tópicos alimenticios que afectan a la población?

Para Joan Subirats existen al menos 4 criterios para guiar el proceso de jerarquización y atención de problemas públicos.

Primero, la gravedad del problema que refiere al impacto significativo sobre el bienestar de la comunidad. Un ejemplo es el cambio climático, con efectos paulatinos y de largo plazo devastadores para la vida en el planeta.

Segundo, la audiencia del problema; cuántos y quiénes son los afectados. Cuando el número de afectados es significativo es más probable que dicho problema sea incluido en la agenda de gobierno.

Tercero, la urgencia vinculada con las consecuencias que puede tener un determinado problema si no es atendido inmediatamente. Los desastres naturales son ejemplo de problema público a partir de este criterio.

Cuarto, la novedad del problema, una situación anómala puede existir desde hace tiempo pero su presencia en el debate público es relativamente reciente. La violencia de género es un caso paradigmático de cómo una situación de antaño sólo penetra en la agenda de gobierno cuando es reconocida por actores políticos y sociales.

El hambre, la obesidad y las enfermedades no transmisibles cumplen con estos criterios -gravedad, audiencia, urgencia y novedad- situaciones graves que requieren respuestas urgentes, con un enfoque multifactorial, transversal y solidario.

La Cruzada Nacional contra el Hambre, impulsada por el presidente Peña Nieto representa un esfuerzo sin precedentes para solucionar el mayor atraso de nuestra política social: el hambre y la desnutrición. Estrategia social virtuosa e incluyente que articula programas y acciones de 16 secretarías de Estado y 3 organismos públicos descentralizados para garantizar a la población más vulnerable un piso de derechos que transformen su entorno social y económico a través del acceso a la alimentación, educación, servicios de salud, empleo, seguridad social y vivienda de calidad.

Por primera vez se instrumenta un programa integral que incluye al gabinete social e involucra acciones de política económica que incentivan el crecimiento y la democratización de la producción para acceder a un empleo y a un ingreso digno. Se impulsa la participación de la sociedad civil y el sector privado para generar las sinergias necesarias para combatir el hambre, la desnutrición y las enfermedades derivadas de la obesidad.

Sin duda, 2015 será un año decisivo para evaluar el programa debido a que México rendirá cuentas en la Segunda Cumbre del Milenio de la ONU en materia de erradicación de la pobreza y el hambre. Allí veremos los verdaderos alcances en la solución de un tema de fondo como lo es la lucha en contra del hambre y la desnutrición.

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* Senadora de la República por el estado de Puebla

Fuente: El Sol de México.

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