La Coca-Cola y sus cabilderos

• Cuando los cabecillas de la Coca-Cola y sus cabilderos sepan que el gravamen al refresco subiría a $2 pesos por litro y no $1, como era la propuesta original, van a enfermar de diabetes (y vaya que merecerían ir al hospital por ese mal).
• Ojalá no quede en simples habladas de político y sí se grave fuertemente a mercancías que tanto dañan a los mexicanos.

Federico Arreola | México, D.F. 11 de octubre, 2013. Si los vándalos de la CNTE golpean policías, saquean comercios, roban cámaras de video a los representantes de los medios de comunicación y rompen cristales de los hoteles del centro del Distrito Federal, los cabilderos de la Coca-Cola presionan brutalmente a diputados y senadores.

Los dos grupos buscan lo mismo: impedir una reforma estructural. Los de la CNTE, la educativa; los de la Coca-Cola, la hacendaria.

Se trata de dos organizaciones que dañan al país. La CNTE a los niños a los que deja sin clases en las regiones donde domina. La Coca-Cola a toda la sociedad mexicana, la más obesa del mundo.

Muy bien. Hablemos un poco de los cabecillas de la Coca-Cola, que tanto se oponen a que mejore la salud de los mexicanos y que, para defender sus multimillonarias ganancias, han decidido pasar a la ofensiva para impedir que se aplique un impuesto a las bebidas engordadoras, entre las cuales la líder indiscutible es la que ellos producen.

El jefe máximo se llama Muhtar Kent, estadounidense de origen turco. Es la máxima autoridad en la Coca-Cola mundial. Se le podría sin exageración considerar el mejor amigo de la diabetes.

En México su representante voltea al nombre de Francisco Crespo, un leal soldado de la Coca-Cola nacido en algún país de América del Sur y formado en la compañía mexicana que más beneficios reporta al imperio cocacolero, Coca-Cola Femsa.

Pero, hay que decirlo con claridad, en México no es el señor Crespo el hombre más relevante para la Coca-Cola, sino el famoso José Antonio “Diablo” Fernández, presidente de Cola-Cola Femsa.

El “Diablo” Fernández, no hay que olvidarlo, es el jefe de las operaciones para golpear al gobierno que busca simplemente hacer lo correcto: desalentar el consumo de la bebida que más daña la salud de los mexicanos, la Coca-Cola.

Apoyan al “Diablo” dos cabilderos de nivel, uno al que respeto por su nivel intelectual, Carlos Salazar, directivo de Coca-Cola Femsa, y otro al que no respeto por su nivel político, Genaro Borrego, un tipo educado en las formas del viejo PRI.

Ellos están atacando con todo intentando que no se grave el consumo de la Coca-Cola.

Han convencido a no pocos diputados panistas e incluso a algunos perredistas, pero por lo visto han fracasado en su intento de doblar al presidente Enrique Peña Nieto y a su secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Y como Peña y Videgaray se mantienen firmes, pues en las mismas debe estar el político, experimentado como pocos, que controla a los diputados, el priista Manlio Fabio Beltrones.

Si los cabilderos de la Coca-Cola son eficaces, más vivo que ellos es Beltrones. Bastante más.

Entonces, no tanto para quitar argumentos a los dirigentes de la Coca-Cola, sino para restarles fuerza, se ha filtrado (es nota de hoy viernes del diario Reforma) que “el posible impuesto a las bebidas azucaradas podría ponerse más amargo”.

Más amargo para el turco Muhtar Kent, el sudamericano Francisco Crespo y los mexicanos “Diablo” Fernández, Carlos Salazar y Genaro Borrego.

Cuando ellos lean la información de Reforma, van a enfermar de diabetes (y vaya que merecerían ir al hospital por ese mal): “El gravamen subiría a $2 pesos por litro y no $1, como era la propuesta original, de acuerdo con una iniciativa impulsada por el PRI y el PRD en la Cámara de Diputados”.

Para que aprendan a respetar, y desde luego también para “cubrir el hueco que dejaría en el presupuesto la cancelación del IVA en colegiaturas y rentas, entre otros impuestos que pegaban directamente a la clase media”.

Y podría haber más, por fortuna: “Elevar los impuestos a la cerveza, cigarros, cosméticos, comida chatarra y hasta a los videojuegos. En el caso de los cigarros, los legisladores están proponiendo aumentar $1 peso el gravamen, lo que daría unos $10,000 millones de pesos. Además se aceptó la posibilidad de elevar el impuesto a la cerveza en $1 peso por cada 355 mililitros para recaudar otros $10,000 millones de pesos”.

Ojalá no quede en simples habladas de político y sí se grave fuertemente a mercancías que tanto dañan a los mexicanos.

Fuente: www.sdpnoticias.com/columnas/2013/10/11/peor-que-la-cnte-y-sus-vandalos-la-cocacola-y-sus-cabilderos.