El sistema único de salud sí va

• De lograrse la convergencia del sistema de salud del país, se estaría dando un paso crucial en su mejoramiento y eficiencia hacia el futuro.

Maribel R. Coronel | México, D.F. 22 de octubre, 2013. Varios puntos destacaron en la comparecencia de la secretaria de Salud, Mercedes Juan López, ante diputados. Pero el mayor fue el anuncio de que ya se cocina la próxima reforma que implica prácticamente una nueva Ley General de Salud, con un enfoque totalmente distinto al existente.

La propuesta se ha ido dialogando con distintos sectores, incluido el Poder Legislativo, antes de ser presentada formalmente como iniciativa de reforma, la cual implicará un cambio a la Carta Magna, específicamente al artículo 4º, para que garantice la existencia de un nuevo sistema de salud universal sin distinción de instituciones ni de si un mexicano tiene o no un trabajo formal.

La secretaria puso sobre la mesa ante legisladores que la convergencia para que los distintos institutos de salud, llámese IMSS, ISSSTE, Issemym, Seguro Popular, o los de Sedena o Pemex, operen como uno solo sí se está considerando seriamente, sin importar los obstáculos políticos o sindicales que pudiera haber en el camino. Y de lograrse, sería un paso crucial en el mejoramiento y la eficiencia del sistema de salud mexicano hacia el futuro.

Como responsable de ejecutar la política de Salud en el país, la doctora Mercedes Juan habló de los pilares claves de dicha reforma, que a saber son: fortalecer la rectoría de la autoridad sanitaria en todo lo que significan los programas de salud de la Secretaría federal; separar el financiamiento de la prestación de servicios médicos en las tres principales instituciones (IMSS, ISSSTE y Seguro Popular); así como conformar un fondo único de financiamiento, lo que obliga a acabar previamente con la duplicidad y los traslapes actuales en el padrón de derechohabientes.

Eso implica que sí llegará el momento en que un ciudadano en México pueda acudir por atención médica a cualquiera de las instituciones, sin importar cuál sea su patrón -si el gobierno, el Ejército, Pemex o el sector privado- o incluso, si no tiene trabajo.

Dejó en claro que esta portabilidad y convergencia se darán en forma gradual, pero, mientras, se establecerá el andamiaje jurídico y normativo que define hacia dónde se quiere ir con la universalidad de los servicios.

Algo interesante, planteado por la titular de Salud, es la opción de que en el mediano plazo la atención médica se pueda prestar a través de redes plurales de servicios (hace remitirse al esquema de Colombia), que permita la competencia entre organismos públicos y privados, y con ello una mejor calidad en la atención.

Es un reto sin parangón, que implica sus riesgos, pero vale la pena intentarlo, para que el gran esfuerzo presupuestal de los últimos años derive en resultados. El presupuesto público para la salud se ha triplicado en 12 años en términos nominales; pasó de $150,000 millones de pesos en el 2001 a $464,000 millones en el 2013. El presupuesto de la Secretaría de Salud en el mismo periodo se quintuplicó; pasó de $40,000 a $180,000 millones de pesos, gracias a la entrada del Seguro Popular en el 2004.

No ha sido suficiente, pero el tiempo ha dejado en claro que nunca habrá presupuesto que alcance si no se avanza al mismo tiempo en eficiencia y mejor atención.

Fuente: eleconomista.com.mx/columnas/salud-negocios/2013/10/22/sistema-unico-salud-va.